En más de 20 años de experiencia en derecho de lesiones personales, nos hemos dado cuenta de que cada accidente es único. Algunas personas sufren lesiones devastadoras al ser impactadas por detrás en una señal de alto. Otras salen ilesas de accidentes a alta velocidad con solo algunos rasguños. La cuestión es que cada accidente y cada lesión son únicos.

Aun así, muchos de nuestros clientes sufren lesiones. Aquí presentamos cinco de las lesiones más comunes en accidentes automovilísticos.

Cortes, moretones y quemaduras

Ya sea por vidrios rotos, metales afilados o fluidos de motor calientes, algunas de las primeras lesiones que las personas notan después de un accidente son cortes, moretones y quemaduras.

La gravedad de estas lesiones puede variar drásticamente. Algunas pueden requerir cuidados mínimos durante unos días después de un accidente. En circunstancias más graves, los pacientes pueden necesitar puntos de sutura, transfusiones de sangre o incluso injertos de piel para su curación.

Huesos rotos

No es de extrañar que las fracturas o fracturas de huesos sean comunes en los accidentes de tráfico. Estas lesiones suelen causar dolor, hinchazón y hematomas, y suelen diagnosticarse mediante radiografías.

A veces las personas dudan de haber sufrido una fractura de hueso si aún pueden mover esa parte del cuerpo, pero las fracturas no siempre afectan la movilidad.

Durante un accidente, se puede fracturar un hueso en cualquier parte del cuerpo. Las fracturas de clavícula son comunes porque son menos densas que otros huesos, pero huesos más fuertes, como el fémur o la pelvis, pueden fracturarse dependiendo del impacto del choque. Los accidentes y las lesiones de cada persona son únicos.

Discos abultados o herniados

Las lesiones discales en la espalda y el cuello son muy comunes debido a que el impacto repentino de un choque puede provocar movimientos violentos y exagerados en la columna vertebral. Este movimiento ejerce una presión intensa sobre los discos.

Las hernias discales y las hernias discales no son lo mismo. Una hernia discal permanece intacta, pero literalmente se abulta fuera de su forma normal. Imagine una llanta de automóvil con baja presión de aire. No hay fuga, pero las paredes externas de la llanta se abultan y cambian su forma. En una hernia discal, el contenido interno del disco atraviesa la pared discal. A menudo se describe una hernia discal como una rosquilla de gelatina aplastada.

Estas dos lesiones pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, desde la columna cervical (cuello) hasta la columna lumbar (espalda baja). Si una hernia discal ejerce presión sobre algún nervio, puede causar dolor extremo, entumecimiento o debilidad. En algunos casos, se requiere cirugía para reparar estas lesiones.

Lesiones cerebrales traumáticas

Los CDC describen una lesión cerebral traumática como «una lesión que afecta el funcionamiento del cerebro». Un TCE puede tener diversas causas: un golpe en la cabeza, una penetración en el cráneo o incluso un movimiento corporal intenso.

Las lesiones cerebrales traumáticas suelen clasificarse en tres categorías: leves, moderadas o graves. Si bien las lesiones cerebrales traumáticas graves pueden ser peligrosas, incluso las lesiones cerebrales clasificadas como leves son graves y pueden afectar drásticamente la vida de una persona.

Dependiendo de la gravedad de la lesión, la recuperación puede variar desde unos pocos días de descanso hasta rehabilitación extrema o cirugía cerebral, dependiendo de la gravedad de la lesión.

trastorno de estrés postraumático (TEPT)

El trastorno de estrés postraumático puede desarrollarse tras la exposición a un evento traumático. Las personas que lo padecen pueden experimentar pérdida de sueño, cambios emocionales, recuerdos persistentes del evento traumático y mucho más.

Si bien muchas personas asocian el TEPT con el combate militar o la agresión sexual, los accidentes automovilísticos son, de hecho, una de las principales causas de esta lesión en Estados Unidos. La recuperación mental y emocional tras un accidente puede ser tan dolorosa como la recuperación física.

Si bien estas son algunas de las lesiones más comunes que vemos, sabemos que las lesiones de cada persona son únicas y afectan su vida de diferentes maneras. Una conmoción cerebral leve puede ser mucho más perjudicial para la vida de una persona que una fractura de pierna o una quemadura de segundo grado. Por eso, comprender cómo una lesión ha afectado la vida de una persona es fundamental para nosotros.